La precariedad nos transforma en trabajadoras y trabajadores pobres. Trabajamos sin descanso, dominados por la ansiedad y el estrés, cumpliendo objetivos de otros sólo para no perder nuestro puesto de trabajo. Tenemos que renunciar a nuestras vidas, a nuestra salud para seguir trabajando un día más.

¿No crees que debemos actuar ya?

Ven con nosotros y declara la guerra a la precariedad. Ha llegado la hora de decir basta, de levantarnos y exigir un puesto de trabajo digno y saludable.

Juntos podemos!!